La ocupación
de Mallorca por parte de los Nacionales durante toda la guerra
tendría un papel clave respecto a los bombardeos, tanto navales como
aéreos , que tendría que sufrir Cataluña a lo largo de todo el
conflicto. El territorio del Penedès no quedaría exento ni mucho
menos de estos ataques aéreos y según las últimas investigaciones,
serían un total de 372 ataques aéreos los que tendría que sufrir
el territorio del Penedès a lo largo de toda la guerra;
protagonizados todos ellos por las tres aviaciones existentes en el
bando sublevado: la Legión Cóndor alemana, la Aviación Legionaria
italiana y la Aviación Hispana franquista. De estos 372 ataques
aéreos, la gran mayoría, 323, serían protagonizados por la Legión
Cóndor, sobre todo por sus hidroaviones Heinkel He- 59,
llamados Zapatones debido a sus grandes flotadores mientras
que el resto de ataques aéreos, 45, serían protagonizados por la
Aviación Legionaria y tan solo 4 por la Aviación Hispana.
Heinkel He-59
Este
número tan elevado de bombardeos aéreos provocaría la muerte de
197 personas y más de medio millar de heridos en el territorio del
Penedès en poco menos de dos años, ya que el primer bombardeo sería
realizado el 8 de mayo de 1937 y el último el 22 de enero de 1939.
Por otro lado, hasta 1939 serían realizados 207 ataques aéreos y
sólo durante los primeros 22 días del mes de enero de 1939 serían
efectuados un total de 165 ataques aéreos siguiendo la táctica
franquista de bombardeo aéreo antes del ataque de las tropas
terrestres. En cuanto a estos 372 ataques pero desglosado en
comarcas, el resultado es el siguiente: el Alt Penedès sufriría un
total de 52 ataques aéreos que provocarían 42 víctimas, siendo la
ciudad de Vilafranca del Penedès la más bombardeada (hasta 18
veces) . Uno de los objetivos principales para la aviación
franquista serían los diferentes campos de aviación republicanos
que se encontraban en varias poblaciones de la comarca como serían
los aeródromos de Santa Margarida i els Monjos , Pacs-Vilobí y
Sabanell-Torrelavit y que tendrían un papel destacado dentro para la
aviación republicana.
Por su
parte, la comarca del Garraf sufriría con crudeza los ataques aéreos
franquistas ya que debería soportar un total de 123 bombardeos que
provocarían 56 víctimas mortales, siendo por ejemplo las
poblaciones de Vilanova i la Geltrú ( 41 ataques-33 víctimas) y
Sitges (26 ataques-8 víctimas) las más afectadas, aunque también
los pequeños puertos de Vallcarca (32 ataques-5 víctimas) y Garraf
(11 ataques-8 víctimas) sufrirían estos ataques aéreos
precisamente por su condición de pequeños puertos donde varias
veces durante el conflicto llegarían barcos mercantes que
descargarían material de guerra. Mención especial sería también
la estación de ferrocarril de Sitges o Vilanova i la Geltrú , lugar
este último más atacado de la ciudad así como las industrias de la
misma población que también serían atacadas, destacando entre
todas ellas la fábrica Pirelli, con 1.500 trabajadores y bombardeada
un par de veces.
Pero la
comarca del Baix Penedès sería la que tendría el mayor número
tanto de bombardeos como de víctimas ya que tendría que sufrir un
total de 197 ataques aéreos que provocarían la muerte a 99
personas, destacando sobre todo la población de Sant Vicenç de
Calders que tendría que sufrir nada menos que 102 ataques aéreos y
que provocarían 75 víctimas. Este número tan elevado de ataques
sería consecuencia del objetivo primordial que se convertiría por
la aviación franquista la estación ferroviaria de San Vicente de
Calders, nudo ferroviario muy importante debido a que en esta
estación era donde se bifurcaban las líneas de la costa y del
interior. Los sublevados entendían que atacando esta estación
repetidamente, podían paralizar o al menos ralentizar el tráfico
ferroviario, tan importante para la República por la movilidad de
tropas y armas hacia los diferentes frentes. Así y de esta manera,
la estación de Sant Vicenç de Calders se convertiría
lamentablemente en uno de los lugares más bombardeados de Cataluña.
Telegrama Nacional notificando un bombardeo aéreo en Vilanova i la Geltrú
Ante estos
ataques aéreos, el territorio del Penedès intentó defenderse,
sobre todo las ciudades más grandes del territorio, pero ante la
escasez de armamento antiaéreo, (sólo se contaría con algunas
ametralladoras antiaéreas en todo el territorio y en espacios de
tiempo determinado) fueran creadas Juntas de Defensa Pasiva Locales
que aplicarían normas y órdenes ante los bombardeos y
desarrollarían sobre todo una gran labor en la construcción de
refugios antiaéreos. Estos refugios antiaéreos se empezarían a
construir a mediados de 1937 pero sobre todo se acelerarían sus
trabajos hacia el primer tercio de 1938 ante los continuos ataques
que sufrirían las poblaciones Penedès . De esta manera, hacia
mediados de ese mismo año, poblaciones como Vilanova y la Geltrú,
Sitges o Vilafranca del Penedès tendrían refugios con capacidad
suficiente para acoger buena parte de la población, (Vilanova i la
Geltrú por ejemplo contaría con una veintena de refugios antiaéreos
diseminados por toda la población) aunque las dificultades
económicas así como la escasez de mano de obra, haría que muchos
de estos refugios antiaéreos no pudieran finalizarse. Igualmente, se
habilitarían también refugios antiaéreos en casas particulares así
como muchos otros en diferentes espacios como zanjas y bodegas, con
el objetivo de que cualquier sitio pudiera servir de cobijo ante los
ataques aéreos que a final del conflicto se convertirían
prácticamente en diarios. En definitiva, la población del Penedès,
así como la del resto de Cataluña, sufriría la crudeza de los
bombardeos aéreos y tuvo que adoptar diferentes medidas de defensa a
la vez de hacer frente a esta nueva manera de hacer la guerra como
eran los ataques aéreos .
Croquis de diferentes Refugios Antiaéreos de Vilanova i la Geltrú
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